viernes, 18 de diciembre de 2009

Duro ataque a la inseguridad jurídica


Con un ojo nostálgico apuntando al año 1996 y el otro mirando al capital financiero, el funcionario de Obama para América Latina manifestó su preocupación por la actual inseguridad jurídica. Este eufemismo esconde muy mal un descontento insaciable con los riesgos que el capital financiero debe asumir para obtener las grandes tasas de ganancia que ofrecen los países emergentes. Seguridad jurídica significó, en la Argentina de mediados de la década pasada, un modelo de acumulación basado en la valorización financiera sostenida en reglas claras para el capital, esto es, endeudamiento público para financiar la entrada y salida irrestricta de capitales.
Lo perverso es que, al mismo tiempo, el eufemismo calla sobre otras formas de inseguridad jurídica como el trabajo informal, la trata de personas, el desempleo, la pobreza o la exclusión social.
La respuesta del gobierno no se hizo esperar. Diversos funcionarios y dirigentes calificaron las declaraciones como desafortunadas. La respuesta de Clarín a la reacción del gobierno, tampoco. El repudio a las declaraciones de Valenzuela fue caracterizado por Clarín como un "duro ataque" al enviado de Obama. ¿Duro ataque? Un lector distraído, poco habituado a la retórica del panfleto opositor, podría creer fácilmente que la Argentina está al borde de un conflicto de enormes proporciones con (Dios no lo permita) Estados Unidos.
Valenzuela, además, realizó esas declaraciones luego de reunirse con empresarios y dirigentes opositores ubicados en la derecha del espectro político, desde Macri, pasando por Cobos, hasta de Narvaez; quienes seguramente se deben haber mostrado sumamente receptivos a la incorporación de cambios que tiendan a promover la seguridad jurídica de los capitales especulativos. Mientras en los países centrales la incorporación de la tasa Tobin se encuentra entre los primeros lugares de la agenda, la agenda que se intenta imponer a los países periféricos va en la dirección de una mayor liberalización disfrazada de seguridad jurídica.
Está claro, entonces, que la discusión que está sobrevolando desde hace rato el país gira en torno al rol del Estado. Por lo tanto, independientemente de la suerte que corra electoralmente el oficialismo, se debe institucionalizar y sostener el rol del Estado como actor central social y económico, con capacidad de intervenir estratégicamente para poner un límite a la lógica voraz del mercado y para dar respuesta a sus consecuencias negativas.

1 comentario:

  1. Que blog mas pedorro. Hay Aníbal F... sos tan obvio en tus operaciones. Das pena.

    C.Sanz.

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