viernes, 23 de abril de 2010

Forzados a salir de la clandestinidad


No sabemos cómo, pero se filtró. Tendremos que purgar nuestras filas para descubrir al delator que hizo que Yrigoyen desbaratara todos nuestros planes. Sospechamos de un tal Beto, de quien no sabemos nada desde el viernes. ¿Estás bien Betito?
Como decíamos, se nos fueron al tacho los planes. Sí, en plural. Cobos estaba en nuestra lista de objetivos, pero teníamos muchos (¡muchísimos!) otros antes que él en nuestra mira. Lamentablemente nuestras tareas de contrainsurgencia blogueril han sido desenmascaradas. Hoy volvemos de la clandestinidad.
Salud!

domingo, 20 de diciembre de 2009

El antipolítico


Dice hoy el brillante Larreta:

"Las etiquetas ideológicas son para las discusiones académicas, pero lo que importa en la calle, a la gente, es que le resuelvan los problemas. Hoy no hay otro tema en la calle que el miedo por la inseguridad. Estos debates ideológicos tienen que ver más bien con lo intelectual. Las etiquetas de izquierda o derecha son muy relativas...".

¿Tanta vergüenza les da asumirse públicamente como derecha? ¿Tanto desprecio sienten por la política?

viernes, 18 de diciembre de 2009

Duro ataque a la inseguridad jurídica


Con un ojo nostálgico apuntando al año 1996 y el otro mirando al capital financiero, el funcionario de Obama para América Latina manifestó su preocupación por la actual inseguridad jurídica. Este eufemismo esconde muy mal un descontento insaciable con los riesgos que el capital financiero debe asumir para obtener las grandes tasas de ganancia que ofrecen los países emergentes. Seguridad jurídica significó, en la Argentina de mediados de la década pasada, un modelo de acumulación basado en la valorización financiera sostenida en reglas claras para el capital, esto es, endeudamiento público para financiar la entrada y salida irrestricta de capitales.
Lo perverso es que, al mismo tiempo, el eufemismo calla sobre otras formas de inseguridad jurídica como el trabajo informal, la trata de personas, el desempleo, la pobreza o la exclusión social.
La respuesta del gobierno no se hizo esperar. Diversos funcionarios y dirigentes calificaron las declaraciones como desafortunadas. La respuesta de Clarín a la reacción del gobierno, tampoco. El repudio a las declaraciones de Valenzuela fue caracterizado por Clarín como un "duro ataque" al enviado de Obama. ¿Duro ataque? Un lector distraído, poco habituado a la retórica del panfleto opositor, podría creer fácilmente que la Argentina está al borde de un conflicto de enormes proporciones con (Dios no lo permita) Estados Unidos.
Valenzuela, además, realizó esas declaraciones luego de reunirse con empresarios y dirigentes opositores ubicados en la derecha del espectro político, desde Macri, pasando por Cobos, hasta de Narvaez; quienes seguramente se deben haber mostrado sumamente receptivos a la incorporación de cambios que tiendan a promover la seguridad jurídica de los capitales especulativos. Mientras en los países centrales la incorporación de la tasa Tobin se encuentra entre los primeros lugares de la agenda, la agenda que se intenta imponer a los países periféricos va en la dirección de una mayor liberalización disfrazada de seguridad jurídica.
Está claro, entonces, que la discusión que está sobrevolando desde hace rato el país gira en torno al rol del Estado. Por lo tanto, independientemente de la suerte que corra electoralmente el oficialismo, se debe institucionalizar y sostener el rol del Estado como actor central social y económico, con capacidad de intervenir estratégicamente para poner un límite a la lógica voraz del mercado y para dar respuesta a sus consecuencias negativas.

lunes, 14 de diciembre de 2009

Esto es una joda, ¿dónde está la cámara, Marcelo?


¡Ay! El Niño Mauricio no para, cada funcionario que designa es peor que el anterior.

Parece que Mauricio tiene problemas para armar sus equipos, y eso que durante la campaña prometió que estaba listo y que tenía a los mejores hombres.

Si se repasan algunos de los bellos personajes que pasaron por la fábula PRO, es posible encontrar, por ejemplo, allá por el año 2007 a un Ministro de Cultura cuyo única vinculación con ese ámbito era ser editor de libros de tercera, y que argumentaba que el arte contemporáneo no era arte; que los artistas “pegaban una curita en un lienzo” y decían que era una obra, y que en cambio “su mujer era una gran colorista”. Este pobre señor no pudo asumir el cargo porque le pidieron la renuncia antes que llegue la hora de tomarle juramento. Una cabal demostración de la solidez del equipo de Mauricio. Como reemplazo puso a Lombardi, un empresario de turismo delaruista, hábil para los negocios y para acomodarse a la realidad, pero, francamente, la cultura no era lo suyo.

Del renunciado Ministro de Espacio Público, Piccardo, no queda mucho por decir, salvo que, además de pagar fortuna con la redeterminación de precios de los contratos de la basura (¿se acuerdan que en alguna época Macri fue basurero?), se dedico a armar un grupo para-policial que se dedicaba a pegarle a la gente en situación de calle, que dicho sea de paso ha aumentado en los últimos dos años, producto de, como dijo el jefe del cardumen: “los desalojos se están realizando silenciosamente”, y en los desalojos participaban la patota para-policial de la UCEP.

Claro, no puede dejar de mencionarse al dinosaurio Young un ferviente defensor de los genocidas, además de un inútil importante, que tuvo un intrascendente paso por Control Comunal.

Lo que Macri hizo en materia de seguridad es un mamarracho y nos hemos dedicado a sus tropelías en post anteriores y que no vale la pena repetir.

Ahora… el último monigote que puso Macri en el Ministerio de Educación, Abel Posse, no solo es un facho y un troglodita, además es un estúpido que llega a decir cosas del estilo que con la utilización del preservativo “se preserva el cuerpo y se sigue enfermando el alma juvenil”, u “Hoy vemos degradación familiar, padres que no controlan a sus hijos, jóvenes drogados y estupidizados por el rock”.

Macri: si querías ponerlo a Posse en el Gabinete, lo hubieras puesto en Turismo, y si necesitabas a alguien para Educación lo hubieras puesto a Lombardi, si total ninguno de los dos sabe un carajo de educar, con la clara ventaja de que el segundo no es un hijo de puta, bocón y bravucón.

¿No será que el Gobierno de Macri es la más grande, grotesca y masiva joda armada para el programa de Tinelli?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Tolerancia al dolor

¿Qué tiene que ocurrir para que un gobierno cualquiera se vuelva una cosa intolerable para la sociedad? ¿Existe un umbral de repugnancia social ante la mentira?
Mauricio Macri creó una fuerza parapolicial con el único fin de violentar aún más a aquellos a quienes la sociedad excluye. Todas las noches salía su escuadrón a la calle en busca de indigentes para expulsarlos de la marginalidad. Son personas que, en la visión de este gobierno, no merecen habitar ni siquiera un indigno margen. No existe situación de mayor indefensión para un ser humano que la intemperie y, aún así, Macri somete a estas personas a mayores e innecesarias dosis de violencia.
Mauricio Macri creó un mecanismo estatal de espionaje para espiar a los opositores y a sus propios familiares. Designó al frente de la policía metropolitana a una persona que encubrió el mayor atentado terrorista del país para que lleve a cabo la tarea de construir su propia red de espionaje. Cuando esta trama comienza a descubrirse, cuando los protagonistas van a prisión, Macri insiste en negar todo conocimiento y responsabilidad, violentando no sólo la institucionalidad y la democracia, sino también a las propias palabras. Es como si fuera niño que, cuando hace alguna "travesura", sólo atina a decir "yo no fui". Sólo que es el Jefe de Gobierno de la Ciudad.
Mauricio Macri disminuye sistemáticamente el presupuesto asignado a educación y gasto social, mientras aumenta las transferencias de recursos estatales a sectores privados y a contratistas. Mauricio Macri reforma, mal y a destiempo, al Estado de la Ciudad, copiando el modelo desconcentrador y tercerizador promovido la década pasada por el Consenso de Washington. Desaloja a los pobres y cierra centros culturales. Sus legisladores emiten votos truchos en las sesiones legislativas. Sus funcionarios están vinculados con la última dictadura militar. Hace oscurísimos negocios inmobiliarios con el el patrimonio público de la Ciudad. Subejecuta el presupuesto, pero emite bonos para endeudar al tesoro público.
¿Qué más tiene que hacer Macri para que su gestión se torne intolerable? ¿Cuántas mentiras se pueden soportar? ¿Cómo es posible que se le disculpen cosas tan graves, imperdonables si ocurriesen en el ámbito nacional? Y más importante aún: ¿Qué intensidad de violencia nos puede administrar la derecha antes de que nos duela?

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Ni para espiar

El niño Mauri, cuado era chico, es decir hace apenas dos años, soñaba con la policía propia y le pidió a los reyes magos que se la regalara. Es sabido que los reyes son los padres, pero Franco no tiene tanto poder. En consecuencia, contrató a Duran Barba, publicista ecuatoriano que ideó una estrategia milagrosa: basar la campaña a Jefe de Gobierno en la ausencia de Mauri en la misma. Con ausencia y todo le bastó para que con su cara de pánfilo convenciera a los porteños de que “tenía un plan”, que “había que ser serio” y el inefable “va a estar bueno buenos aires”.
Así fue que el niño Mauricio pudo cumplir su sueño y armó su propia policía. Para demostrar de qué se trataba “el plan” que “tenía” puso al frente de la fuerza “al policía más condecorado de la historia”: Jorge “fino” Palacios, quien resultó ser un terrible hijo de puta que no sólo está procesado por encubrimiento en la causa de la AMIA, sino que armó una bandita para espiar a los familiares de las víctima. ¿Curioso, no? Para poder armar la bandita el ministro de educación contrató un ñoqui: Ciro James “Bond”.
No transcurrió demasiado tiempo para que Palacios renuncie, gracias a la campaña de repudio de un conjunto de organizaciones sociales, fuerzas políticas y organismos de derechos humanos, junto con los familiares de la AMIA. Hoy, el finísimo está preso sus aventuras como espía.
Un dato de color es que entre los espiados estaba el mismísimo cuñado de Mauricio, quien se despachó contra el Clan Macri y dos días después fue baleado, en un hecho que el niño Mauricio no dudó en calificar como un intento de robo. Para Macri es normal que cuando alguien que habla mal de su familia sufra un atentado. Gente rara, los Macri.
En reemplazo del Fino, demostrando que detrás de lo que parece improvisación hay un plan, Macri decidió designar un civil (¡y qué civil!). Eugenio Burzaco ha sido asesor de seguridad del ex Gobernador Jorge Sobisch en la época en la que la represión de una huelga docente se cobró la vida del maestro Fuentealba. Casualmente, o no tanto, el mismo sindicato con el que Macri mantiene un conflicto abierto.
Como Burzaco es diputado Nacional, tenía previsto asumir el cargo cuando finalizara su mandato. Mientras tanto, dejaron a cargo de la policía al Sr. Chamorro, de quien, ayer se supo (y hoy fue echado) que se dedicaba a… (adivinaron) espiar!!! Sí. El Sr. Chamorro ni bien asumió se dedicó a espiar a opositores, a uno de los dueños del diario La Nación, y ya que estaba, porque siempre es bueno saber algo del Jefe de uno, le abrió una carpetita a Rodríguez Larreta.
La idea de este post era analizar la política de seguridad de Macri, pero en lugar de eso preferimos simplemente contarla. Intentamos analizarla, pero descubrimos que no existe política de seguridad en la ciudad (ya no digamos seria) y que Macri y sus acólitos son una manga de improvisados jugando a ser Cowboys que no sirven ni siquiera para espiar.
Si Buenos Aires estuviera buena, Mauricio Macri, tendría que ser sometido al menos a un Juicio Político.
Les dejamos un video que no tiene absolutamente ninguna relación con lo que acaban de leer, pero que queremos compartir con nuestros lectores.


lunes, 16 de noviembre de 2009

Habría que ver...

El matutino-que-no-debe-ser-nombrado acaba de publicar esta noticia, donde Cobos reparte elogios para Reutemann y, al mismo tiempo, le tira un centro a Binner para que lo acompañe en una fórmula presidencial. La política argentina actual es, sin duda, un derroche de carisma.
¿Qué tan mal hay que estar para aceptar voluntariamente compartir una lista presidencial con el hombre-rata?
Si fuese Cobos, me buscaría un lugar cómodo para esperar la respuesta.