lunes, 31 de agosto de 2009

Shhhhhhhhhhhhhhh


Durante el fin de semana pudimos ver por toda la ciudad la multiplicación de carteles blancos en las paredes, cajas eléctricas y teléfonos públicos tapando los afiches de apoyo a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Los afiches blancos eran simplemente eso: no tenían ningún tipo de inscripción, no buscaban comunicar ni decir absolutamente nada y, por supuesto, tampoco llevaban firma. Su único objeto era ocultar otros mensajes. No todos, sólo algunos. Nos cubrieron de silencios las paredes.
Sin embargo, a veces los silencios son mucho más poderosos que el grito más encendido. El silencio ocupa espacio, pesa y oprime. El silencio tiene presencia. Y, más importante aún, el silencio habla, dice cosas. Esos cartelitos blancos contienen, muy a pesar suyo, un mensaje velado. Esos carteles dicen "NO". Se lo dicen al gobierno, se lo dicen a quienes apoyamos el proyecto de ley, nos lo dicen a todos. Es una advertencia, un aviso. Cuidado. Las paredes también tienen dueño. Ojo con lo que decimos en ellas.
¿Qué decir del anónimo emisor del mensaje? Ni falta hace una firma para darse cuenta de su identidad. Así como nunca hizo falta ningún tipo de identificación en los Falcon verdes para adivinar a quien pertenecían, tampoco hace falta una firma en los afiches blancos. El mensaje que ocultan habla sobre el autor mejor que cualquier firma. Sin embargo, el anonimato también dice algo. Aquel que se desvincula de su acción, aquel que no se apropia de sus actos, busca impunidad.
Esos carteles no son una mera chicana. Son algo más más denso y más grave que eso. Son un cachetazo a la libertad de expresión y a la democracia. Son silencio e impunidad.

viernes, 28 de agosto de 2009

La Ley de Medios y la lógica del boxeador

En el ring, si un boxeador pega una vez, seguro intentará otro golpe. Parece casi instintivo, pero en realidad es un gesto técnico: si con el primer guantazo ubica al contrincante, con el segundo buscará voltearlo. Además, el boxeador sabe que si interrumpe la cadencia de los golpes el contrincante podría recuperarse, poner distancia y esperar la campana, desando que el nuevo round le depare mejor suerte.
“Cuando se pega una vez, no hay que parar hasta que el rival muerda la lona”. Esta parece ser la actitud del kirchnerismo frente al grupo-que-no-debe-ser-nombrado. Luego de dos años ininterrumpidos de recibir golpe tras golpe, la iniciativa del fútbol libre se asemeja al golpe lanzado al aire que da de lleno en el blanco, golpeando directamente los intereses del grupo Clarín. Ahora, con ambos pies bien plantados, se disponen a dar el segundo golpe al actor que hoy representa y moldea a la oposición política. Para decirlo sin eufemismo, el multimedio no es una simple cadena de transmición, no es ni siquiera el portavoz de los partidos de la oposición. Es, lisa y llanamente, el líder de los partidos de la oposición en el Congreso.
El debate que se abre ahora es el resultado de meses de discusión en los ámbitos más diversos. Sin embargo, es casi una obviedad decir que los argumentos que se esgrimirán en el recinto del Congreso, en general, carecerán de valor y honestidad intelectual.
Seguramente, los promotores de los intereses de Clarín bramarán por la libertad de empresa, confundiéndola constantemente con la libertad de prensa. El oficialismo probablemente no menciones el hecho de que el proyecto de ley busca desmembrar a un actor económico que sin legitimidad popular alguna, ha conseguido construir alrededor suyo una fortaleza poderosísima capaz de condicionar la política.
El debate va a ser un parteaguas. Allí se verá la actitud que tomen los distintos espacios políticos (independientemente de su retórica encendida), pronunciándose a favor de las corporaciones o de la democratización de la palabra. Será de especial interés el voto de los sectores que dicen ubicarse en la centroizuierda: el Partido Socialista, el Gobernador Hermes Binner y su senador Giustiniani (que podría ser clave en el senado); el ARI fueguino que también tiene dos senadores; el SI que cuenta con varios Diputados; Pino Solanas y Claudio Lozano. Todos ellos, en definitiva, se enfrentarán al dilema de votar por lo que creen o por lo que les conviene: ganarse el favor del grupo. Sería esta última, por supuesto, una conveniencia muy breve y de extremísimo corto plazo…
La palabra hoy se encuentra privatizada y vaciada de contenido. Esta ley es una oportunidad para transitar el camino hacia su democratización, permitiendo que, al mismo tiempo, de la dote nuevamente de contenido. Estamos frente a una paradoja: en la discusión de la palabra, tendremos que juzgar a nuestros legisladores, no por el uso que hagan de ella, sino por las acciones que la acompañen.
Porque en la política, como en el boxeo lo que define una contienda son los hechos y no las palabras.

Así no, Mauricio

Ayer el PRO realizó una conferencia de prensa en ocasión de la presentación del proyecto de ley de medios, en la cual Macri, De Narvaez y Solá reclamaron que el proyecto se trate recién después del 10 de diciembre, es decir después de que asuman los nuevos diputados y senadores electos el 28 de junio. El argumento es que, si bien la mayoría actual del oficialismo es legal, en realidad no es legítima. Esto es, por lo menos, discutible.
Desde el punto de vista de la soberanía popular, la legitimidad no proviene de otro lugar que no sea el voto. Los actuales legisladores fueron elegidos democráticamente en elecciones libres y tienen mandato hasta el 10 de diciembre. Que un diputado tenga mandato por un período determinado de tiempo significa que alguien le ha mandado a hacer algo. En este caso, el mandante es el pueblo y el mando que otorgan a los legisladores es el de legislar según su leal saber y entender en pos del bien común, o más bien, lo que cada uno de los legisladores entiende por eso. En eso, y no otra cosa, consiste el mandato. El problema es que el adelantamiento de las elecciones generó un problema de superposición: hay dos mandatos simultáneamente y los dos son igualmente legítimos porque ambos provienen del mismo lugar, el voto popular. Sin embargo, el que hoy vale es el de los legisladores que actualmente ocupan sus bancas.
En realidad lo que se esconde detrás de esta procupación republicana de la oposición es pragmatismo y realpolitk: quieren que no se someta a tratamiento en el Congreso ningún proyecto relevante hasta que la relación de fuerzas no les sea más favorable.
Lo más llamativo del PRO, sin embargo, no es su vocación de deformar el principio de soberanía popular según dicte la coyuntura política. Lo más sorprendente es que, aquí en la Ciudad, ocurre una situación análoga, pero con los roles invertidos. Como Macri también adelantó las elecciones se presenta exactamente el mismo dilema. La relación de fuerzas en la Legislatura de la Ciudad es sumamente favorable al macrismo, por razones que ya mencionamos en otro post. Además, debido a la sorprendente performance de Pino en la última elección y que los mandatos de muchos de los satélites macristas vencen, la composición de la Legislatura a partir de diciembre le será mucho más hostil que ahora.
Todo este rodeo es para decir lo siguiente: ayer por la noche la Legislatura autorizó a Macri a emitir deuda por más 600 millones de pesos. A partir de hoy, Macri va a pagar con bonos a los proveedores. Lo hizo el mismo día en que le pidió al kirchnerismo que espere a que asuman los nuevos legisladores antes de tratar el proyecto de ley de medios. Macri le pide al gobierno nacional que se abstenga de hacer algo que él mismo no está dispuesto a hacer en la Ciudad. Si no empezamos por casa, Mauricio, te recomendamos que te llames a un respetuoso silencio que, por lo menos, va a ser más elegante.

miércoles, 26 de agosto de 2009

A ver, Diego...

Ayer, entre tantos bellos acontecimientos, se terminaba de disolver el bloque del FpV en la Legislatura porteña. No teníamos pensado hacer otro post sobre esto, porque ya habíamos tocado el tema, pero las declaraciones con las que Kravetz acompañó la escición final del bloque nos dieron ganas de decir alguna que otra cosa.
En primer lugar, hay que llamar la atención sobre una debilidad del bloque PRO en la Legislatura: está formado por 26 legisladores y algún que otro satélite, como éste, éste o éste, pero aún así necesitan 31 votos para tener quórum y mayoría propios. A pesar de eso, consiguieron aprobar prácticamente el 100% de las leyes que se propusieron, incluso las más polémicas, como la emisión de deuda, la reforma neoliberal del Estado de la Ciudad (ver aquí, aquí, aquí y aquí), la ley de seguridad pública, la renovación de la concesión de las autopistas y siguen las firmas. ¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo pudieron haber conseguido los votos necesarios para aprobar estas leyes? ¿A alguien se le ocurre? ¿Alguien?
Pues sí, fue con la colaboración desinteresada del bloque liderado por el adalid opositor, Diego Kravetz. Es indignante que en lugar de pedir disculpas, declare a los cuatro vientos que "estamos en condiciones de comenzar otra época, respetando nuestras historias y nuestros valores, con la fuerza y la convicción de saber hacia dónde hay que ir, ya sin aquellos para quienes perder siempre es un buen negocio". La oposición, durante la connivencia entre Macri y Kravetz sistemáticamente perdió, una tras otra, todas las batallas dentro de la Legislatura. Si Kravetz puede hablar de formas de hacer negocios con las derrotas es porque las conoce bien, demasiado bien.
Sólo esperamos que, con el nuevo bloque de cinco legisladores que ahora lidera no haga demasiado daño en los meses que quedan hasta que la Legislatura se renueve.

martes, 25 de agosto de 2009

Día agitado

Por si no hubiera bastado con las incalificables declaraciones del Lole, que sembraron el desconcierto en el duhaldismo, el día de hoy portó aún más buenas noticias. Por la tarde, la Suprema Corte de Justicia emitió un fallo que establece la despenalización de la tenencia de marihuana para consumo personal. A pesar de la oposición pública de algunos grupos de presión, como este y este, Zaffaroni y sus conjueces revirtieron años de jurisprudencia regresiva. A ellos, gracias.
El momento crítico de hoy, sin embargo, llegó hace unos minutos. Renunció el Fino. La sociedad consiguió, una vez más y con muchísimo esfuerzo, torcerle el brazo a Macri, al menos en parte. Decimos en parte porque el principal problema nunca fue el Fino, sino el rol que este gobierno le asigna a las fuerzas de seguridad: liberar las calles, reprimir la protesta.
Siempre nos vamos a oponer a la policia de Macri. Quizás se preguntará, como hizo hoy, simulando una ingenuidad rayana en la estupidez, cómo pudo ser que este tema de haya politizado tanto. Ante eso, que no es ni ingenuidad ni estupidez, sino cinismo de la peor calaña, continuaremos haciendo política, insistiremos en ocupar el espacio público y en tomar la palabra
Pero todo eso lo haremos mañana. Hoy, es un día de victoria.
Adiós, Fino.

Y con esa boca dirá mamá?

Podríamos realizar algún tipo de análisis político sobre las declaraciones de Reutemman. Si ese fuera el caso, diríamos algo así como que sus dichos expresan un fuertísima vocación antipolítica. Si la primera reacción de un Jefe de Estado frente a una operación política fuese mandar todo (y a todos) a la mierda, ningún presidente sobrepasaría el primer año de mandato.
Pero no, no vamos a decir nada de eso. Sólo nos limitaremos a esperar ansiosamente la próxima Barcelona.

lunes, 24 de agosto de 2009

Traidores

Quienes hacemos este blog (y seguramente gran parte de sus lectores) hemos ido a innumerables manifestaciones a lo largo de nuestras vidas, tantas que ni podríamos recordarlas todas. Por lo general en ellas siempre hay un momento, alguna canción o recordatorio, dedicado a la policía.
Es que los que vamos a esas manifestaciones tenemos una larga lista de deudas pendientes con la policía. Aunque en los últimos años la protesta social no ha sido reprimida, no nos olvidamos de las veces que la policía nos ha corrido, golpeado, detenido; no nos olvidamos de sus gases, de sus caballos, de sus balas de gomas y de las otras; y por supuesto no nos olvidamos de los que ya no están porque ellos se los llevaron. También sabemos que están agazapados esperando la oportunidad para volver a hacer la tarea que mejor saben hacer, esas que les enseñaron los Camps y los Etchecolatz.
Por eso en cada una de nuestras manifestaciones (es decir, aquellas a las que nosotros vamos) siempre hay algún momento para recordarle estas cosas a la policía y rajarles una buena puteada (que por cosas de los giros lingüísticos la terminan por lo general ligando sus madres).
Ahora, no deja de sorprender que el otro día en una manifestación (de esas a las que NO vamos nosotros) los patoteros del energúmeno De Angelis le gritaban algo bien diferente a la policía que les prohibía el ingreso al Congreso para tratar de impedir que se apruebe la delegación de facultades. Le gritaban “traidores”.
No deja de ser sugestivo que la “gente del campo” considere que la policía debería estar de su lado, y que por no hacerlo son traidores. Tal vez la historia les de la razón para creerlo…

Fútbol Libre

Por fin pudimos volver a ver el fútbol por televisión!!!

Sugerencia de la logia: cuando encienda el televisor y pueda sentarse con el mate a ver el fulbito, acuérdese de todos aquellos que levantaron su voz para impedir que eso suceda. Para refrescar la memoria ahí va una pequeña listita no exhaustiva:
- Nostradamus Carrió y sus acólitos de la Coalición Cívica.
- El macrismo en su conjunto.
- El grupo-económico-que-no-debe-ser-nombrado.
- Fernando Niembro.
- Chiquita “platino” legrand
- y siguen las firmas…

jueves, 20 de agosto de 2009

La Patria es el campo, señores

Gracias al excelente blog de Andy Tow conocimos wordl, una página que crea nubes de palabras. Probamos hacer una con el discurso de Biolcatti en la apertura de La Rural titulado "Cuando el campo dice Patria": las tres palabras que más usó son PATRIA, CAMPO y SEÑORES.
Ni el Estado (al que califica de depredador), ni el pueblo, ni la industria. Perturbador, ¿no?

martes, 18 de agosto de 2009

Reforma del Estado, o el fantasma del eterno retorno

Los últimos resultados electorales fueron el puntapié inicial de una serie de reacomodamientos tectónicos en la geografía política. Estos cambios poco a poco van madurando y sus resultados se hacen cada vez más visibles. En las últimas semanas, por ejemplo, el frente que se formó alrededor de la figura de Carrió comenzó a mostrar fisuras y resquebrajarse. El catalizador fue la posición de Stolbizer respecto del llamado al diálogo del gobierno, pero el detonante podría haber sido cualquier otra cosa.

  • La reforma en la Ciudad
El domingo, en Página, se publicó un artículo que da cuenta del desmembramiento del bloque del FpV en la legislatura porteña. Sus dos principales líderes, Kravetz y Olmos, estampan el punto final a una sociedad que, durante los último años, colaboró con el macrismo. Fue este pacto el que abrió la puerta en la Ciudad a un proceso de reforma del Estado centrado en el modelo de agencias y la cogestión público-privada del gobierno. El bloque liderado por Kravetz y Olmos acompañó alrededor del 70% de las leyes del PRO y, en el caso de la reforma del Estado, habilitó su tratamiento. Luego votaron en contra, pero se manifestaron a favor de tratar esa cuestión teniendo la oportunidad de impedirlo. Uno de los bloques opositores al macrismo más colaboracionista, finalmente, se disuelve. Hoy, Gabriel Fuks habla de esto mismo.

  • La reforma según Clarín
También el domingo, pero en el matutino-que-no-debe-ser-nombrado, salió publicado un artículo revelador. Ya antes habíamos dicho que el nudo problemático de los próximos años iba a girar alrededor de la defensa del rol del Estado como garante de la distribución equitativa de la riqueza y regulador del mercado. Ahora, el gran diario se hace eco de un comunicado de la Asociación Empresaria Argentina (de la cual el grupo Clarín es uno de sus miembros de mayr peso) en el que reclama, casi desesperadamente, que se "marquen los límites entre la injerencia del sector público y el sector privado". La reacción se produce a partir de la intervención del gobierno en el negocio de la transmición de los partidos de fútbol. Pero esto es un detalle menor: lo que la AEA plantea es una redefinición radical del papel del Estado. Habla del malestar por la estatización de las AFJP y hasta impone algunas condiciones para el desarrollo, como la baja de las retenciones y el regreso al sistema financiero internacional. ¡Zonceras! Eso, en boca de una corporación que nuclea a los sectores económicos más concentrados del país sólo puede significar una cosa: regalar una porción de los recursos estatales a los grandes terratenientes y resignar soberanía en favor del FMI y del Banco Mundial. En otras palabras, dejar en manos de los sectores económicos más concentrados la definición de la agenda pública y la dirección de la política del Estado, como sucedió durante la década de 1990. ¿A alguien le queda alguna duda sobre el plan que tienen para reformar el Estado?



Puesta al día: Hoy en Mundo Perverso apareción un post donde reseña la respuesta de Kravetz a Fuks a través de un artículo en Página. No tenemos mucho más para agregar que lo que ya se dijo en ese post, por lo que recomendamos su lectura.

viernes, 7 de agosto de 2009

Contra Menem estábamos mejor

Durante la década de hegemonía menemista aquellos que nos veíamos a nosotros mismos como una parte de la constelación de la izquierda teníamos un problema solucionado. Sabíamos dónde ubicarnos. Allá estaba Menem depredando y destruyendo el Estado, y aquí nosotros, en la vereda opuesta, denunciando al gobierno corrupto. El pacto de Olivos despejó aún más ese lugar, lo hizo más transparente y fácil de percibir, mientras que simultáneamente levantaba algunas fronteras y límites respecto de quiénes podían ubicarse allí y quiénes no. En definitiva, el menemismo configuró las divisiones y los espacios políticos, definiendo dos campos claramente identificados e identificables. Era fácil, en ese escenario, formar parte de un "nosotros" opositor. La tarea común consistía en oponer resistencia a la hegemonía menemista, lo que significó suspender las diferencias con otros actores y fuerzas políticas (algunas fuertísimas) en pos del objetivo común. Oponerse a esto se iba haciendo cada vez más sencillo, aunque el núcleo central del modelo económico neoliberal no se pudiera cuestionar. Transitar ese camino nos llevó a muchos a la experiencia de la Alianza.
Hoy la situación parece repetirse, pero en forma invertida. Ahora son ellos, no nosotros, quienes tienen solucionada la cuestión de la ubicación. Todo aquel actor político más o menos de derecha sabe (es casi de sentido común) que debe oponerse al kirchnerismo y fotografiarse con la mesa de enlace. Tienen un objetivo común, más o menos urgente según el caso, y, al menos por ahora, están suspendiendo sus diferencias internas. De manera precaria, está emergiendo un actor político con pretensiones hegemónicas que se está sabiendo ubicar en el extremo derecho del espectro ideológico. Quizás en unos años recuerden con nostalgia lo bien que se estaba contra Kirchner.
El nudo problemático de la cuestión radica en la dificultad de generar un dispositivo político capaz de proteger y sostener la idea de que el Estado debe ocupar un rol central en la economía, en la regulación de los mercados y en la redistribución de los recursos económicos hacia los sectores más vulnerables. El problema parece ser, efectivamente, que es esa concepción, que de alguna manera expresó el kirchnerismo, lo que se pone entre signos de interrogación. Independientemente de la suerte de las coaliciones gobernantes, es imprescindible preservar, mantener y profundizar esa dirección. Es condición necesaria para que esto ocurra respetar el marco institucional, la democracia y los tiempos electorales. Condición necesaria, pero no suficiente: debe disputarse en el terreno del sentido común la idea de que todo lo que hizo el kirchnerismo estuvo mal, debe librarse la batalla que asegure en la percepción popular una valoración positiva, no de todo, pero sí respecto del rol redistributivo que debe tener el Estado. Si esto no ocurre, no sólo les resultará poco trabajoso hacerse con el poder, sino que alcanzarán uno de sus fines centrales: ponernos de rodillas.
Cuando de sentido común se trata, la Señora es una fuente inagotable:

domingo, 2 de agosto de 2009

Hay que ir II

Y el 11, un debate sobre el desarrollo.

Hay que ir I

Este miércoles, brindis en CTERA