miércoles, 29 de julio de 2009

La liberación según Macri

Dice hoy el ministro Montenegro en Página que "Las calles deben estar liberadas", haciendo uso de una figura literararia, la personificación; o, más bien, tomándose una licencia poética (sin goce de sueldo). Quien se encargará de la revolucionaria tarea libertaria es el recientemente designado Fino, Sutil, Palacios, quien se quejaba ayer con amargura sobre los cuestionamientos que generó su presencia al frente de la nóvel policía, descalificándolos por ser de carácter político.
La operación retórica de Montenegro le otorga a las calles el status de personas, al hacerlas susceptibles de ser liberadas. Para Macri, liberar las calles es liberarlas de la ilegítima ocupación que sufren por quienes insisten en protestar sin pedir permiso. Los revoltosos, dice, impiden a los buenos vecinos disfrutar del espacio público. ¡Cómo se atreven! Los que protestan, invaden, ocupan y obstaculizan. En cambio, los vecinos disfrutan (siempre y cuando estos últimos no lo impidan). Al calificar como obstáculos a quienes ocupan las calles, ya sea para protestar o para pernoctar, lo que se está haciendo en realidad es tratarlos como cosas, como objetos.
Es llamativa la maniobra que se esconde en la frase de Montenegro: simultáneamente, humaniza a las calles y deshumaniza a las personas. Si bien ambas cosas son caras de la misma moneda, lo más preocupante no es la personificación de las calles, sino la cosificación de las personas, ya que esto último priva de derechos a quienes hacen propio el espacio público para manifestar su disconformidad, en esta oportunidad, con las políticas reaccionarias de este gobierno.
Por lo tanto, la tarea que tiene el Fino es, antes que nada, política, al igual que su designación. Tratar como simples objetos a quienes ejercen el derecho de protestar es una decisión política. Ejecutarla, también. Y esconderse detrás de un discurso desideologizado y apolítico -pero que supura un odio reaccionario hacia los sectores vulnerables- es una actitud cobarde y miserable. Como este gobierno.

3 comentarios:

  1. No nos olvidemos tampoco de la UCEP que usa para pegarles a los indigentes, esos ni siquiera están protestando, sólo cometieron el crimen de estar ahí y ser pobres. Va a estar doloroso buenos aires!

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  2. Lo bueno es que la gente se va a quejar menos de la inseguridad, de hecho se va a quejar menos de todo... el Fino al servicio de la comunidad

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  3. Este cara dura viene a hablar cuando dijo que los docentes eran unos vagos y muchas otras barbaridades. Encima no pagó completamente los aportes de los empleados públicos. Para peor, habla de la falta de los docentes y este es diputado y fue contadas veces.
    Respeto por el otro deberías tener vos, MAURI.

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