viernes, 4 de septiembre de 2009

Ah, no, esto si que no.


Hace rato que el maturino-que-no-debe-ser-nombrado funciona en una frecuencia distinta. Hoy califica de ataque -seguido de escándalo- a una chicana sufrida por la esposa de Barrionuevo durante la reunión de comisión.

Casi al final de la nota, extasiado por las habilidades oratorias de la Diputada-esposa de dirigente gastronómico, el periodista transcribe sus palabras textualmente: "Acá va a ver que meter mano y mucho", señaló. Fue una de las tantas que planteó que el artículo 40 -el que establece una revisión bianual de las licencias- "hay que reformularlo totalmente"

Podemos soportar las operaciones, pero no que torturen al castellano. Queremos justicia.

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