martes, 18 de agosto de 2009

Reforma del Estado, o el fantasma del eterno retorno

Los últimos resultados electorales fueron el puntapié inicial de una serie de reacomodamientos tectónicos en la geografía política. Estos cambios poco a poco van madurando y sus resultados se hacen cada vez más visibles. En las últimas semanas, por ejemplo, el frente que se formó alrededor de la figura de Carrió comenzó a mostrar fisuras y resquebrajarse. El catalizador fue la posición de Stolbizer respecto del llamado al diálogo del gobierno, pero el detonante podría haber sido cualquier otra cosa.

  • La reforma en la Ciudad
El domingo, en Página, se publicó un artículo que da cuenta del desmembramiento del bloque del FpV en la legislatura porteña. Sus dos principales líderes, Kravetz y Olmos, estampan el punto final a una sociedad que, durante los último años, colaboró con el macrismo. Fue este pacto el que abrió la puerta en la Ciudad a un proceso de reforma del Estado centrado en el modelo de agencias y la cogestión público-privada del gobierno. El bloque liderado por Kravetz y Olmos acompañó alrededor del 70% de las leyes del PRO y, en el caso de la reforma del Estado, habilitó su tratamiento. Luego votaron en contra, pero se manifestaron a favor de tratar esa cuestión teniendo la oportunidad de impedirlo. Uno de los bloques opositores al macrismo más colaboracionista, finalmente, se disuelve. Hoy, Gabriel Fuks habla de esto mismo.

  • La reforma según Clarín
También el domingo, pero en el matutino-que-no-debe-ser-nombrado, salió publicado un artículo revelador. Ya antes habíamos dicho que el nudo problemático de los próximos años iba a girar alrededor de la defensa del rol del Estado como garante de la distribución equitativa de la riqueza y regulador del mercado. Ahora, el gran diario se hace eco de un comunicado de la Asociación Empresaria Argentina (de la cual el grupo Clarín es uno de sus miembros de mayr peso) en el que reclama, casi desesperadamente, que se "marquen los límites entre la injerencia del sector público y el sector privado". La reacción se produce a partir de la intervención del gobierno en el negocio de la transmición de los partidos de fútbol. Pero esto es un detalle menor: lo que la AEA plantea es una redefinición radical del papel del Estado. Habla del malestar por la estatización de las AFJP y hasta impone algunas condiciones para el desarrollo, como la baja de las retenciones y el regreso al sistema financiero internacional. ¡Zonceras! Eso, en boca de una corporación que nuclea a los sectores económicos más concentrados del país sólo puede significar una cosa: regalar una porción de los recursos estatales a los grandes terratenientes y resignar soberanía en favor del FMI y del Banco Mundial. En otras palabras, dejar en manos de los sectores económicos más concentrados la definición de la agenda pública y la dirección de la política del Estado, como sucedió durante la década de 1990. ¿A alguien le queda alguna duda sobre el plan que tienen para reformar el Estado?



Puesta al día: Hoy en Mundo Perverso apareción un post donde reseña la respuesta de Kravetz a Fuks a través de un artículo en Página. No tenemos mucho más para agregar que lo que ya se dijo en ese post, por lo que recomendamos su lectura.

4 comentarios:

  1. Vuestro blog me está aclarando muchas dudas. Muchas gracias, ¡y ánimo en la lucha!
    Os cuelgo en "favoritos"...
    fdo. Un gallego c.

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  2. Anónimo, gracias por los ánimos.
    Saludos!

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  3. Nos quieren volver al pasado! que los empresarios hablen de como debe ser el Estado es como poner el lobo a cuidar los corderos. O como que Macri sea jefe de gobierno!!! ups... eso ya esta pasando..

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  4. Efectivamente, anónimo. La existencia de actores que promueven la tesis del Estado mínimo, de que las libres fuerzas del mercado generarán un equilibrio benificioso para todos no es una mera especulación o una hipótesis. Están ahí y no tienen empacho en decir lo que piensan y lo que quieren.

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