jueves, 17 de septiembre de 2009

Apostillas de una noche agitada: La ley de medios

Anoche, con 146 votos a favor sobre unos 150 diputados presentes, obtuvo media sanción la ley de servicios audiovisuales. El proyecto tuvo, entre otros, el apoyo de los diputados de la centro izquierda, los socialistas y sectores del radicalismo disidente. El bloque oficialista aportó unos 100 diputados, correspondiendo los restantes votos a bloques aliados y opositores.
Hacia la última hora de la tarde, sectores de derecha que se oponen al proyecto de ley resolvieron irse del recinto y realizar una conferencia de prensa para anunciar que recurrirán a la justicia para conseguir lo que no pudieron mediante sus votos, y lo que estiman que tampoco podrán conseguir con las maniobras truculentas, inmorales y explícitas del vicepresidente Julio “mi hija me lo pidió llorando” Cobos: impedir que la ley sea aprobada.

En la facultad los bochan seguro:

Los principales bloques opositores a la ley, la mayoría de derecha y centro derecha se retiraron y, desde ese momento, los canales privados que trasmitieron el debate calificaron las imágenes del Congreso con frases como “el oficialismo sesiona sólo”. Estas afirmaciones riñen con la realidad, ya que la cantidad de votos que obtuvo el proyecto, incluyó los de diputados que no forman parte del oficialismo. Esas frases también contrastan con los discursos críticos al gobierno que se escucharon durante la sesión por parte de las fuerzas de centro izquierda, que fundamentaron por qué a pesar de ser opositores votaron favorablemente la iniciativa.

Valiéndose de ese mismo mecanismo, Clarín titula en su versión digital de hoy “Denuncian al socialismo de pactar en forma secreta con el Gobierno”. Al leer la nota se descubre que ese titular sólo se sostiene a partir de un rumor: “Tras la aprobación socialista de la Ley de Medios, el reutemismo le apuntó a los partidarios del gobernador Hermes Binner. ‘Es probable que haya algún tipo de acuerdo por la grave situación financiera de Santa Fe’". En otra palabras, a partir de las hipótesis de militantes enfrentados con Binner hacen construyen una noticia y falseanla realidad. Tal denuncia no existe, como tampoco existen elementos para abonar la hipótesis de un pacto. Por otra parte, al no mencionar quiénes realizan las “denuncias” se oculta al sujeto de las mismas. Mucho predicado, pero poco sujeto.

Si este tratamiento de la noticia se hubiera producido en un ámbito universitario en lugar de en un gran multimedio, si fuese el resultado de un parcial domiciliario de un estudiante de ciencias de la comunicación, póngale la firma que al pobre pibe lo bochan.

Los imitadores de Menem

La actitud de parte de la oposición de retirarse del recinto en el momento de la votación persigue, según las propias palabras de sus protagonistas, restarle legitimidad a la norma. Al no alzanzar la coalición opositora los votos necesarios para asegurarse una victoria decidieron adoptar una estrategia que les permita construir en los días que siguen un discurso que impugne la validez de la nueva ley. Es exactamente el mismo comportamiento que tuvo Menem cuando renunció a competir en la segunda vuelta en 2003, dejando asumir a Kirchner con un magro 23% de los votos.

El sectarismo no es solo de izquierda:

Al aprobarse la ley varios diputados, acompañados por quienes estaban en la tribuna, empezaron a cantar la marcha peronista. En nuestra opinión fue una demostración de sectarismo y un error político, ya que esta ley tiene valor y sentido en la medida en que significa un triunfo de un conjunto de fuerzas y actores políticos (entre los cuales el peronismo ocupó, sin dudas, un lugar central) sobre la derecha más reaccionaria y conservadora del país. Es justamente porque la ley NO es peronista (ni K) que tiene legitimidad social.

Afortunadamente, una diputada radical pidió recordar a Alfonsin, el primero en intentar cambiar la ley de la dictadura, y fue ovacionada. Independientemente de la valoración que se tenga del rol histórico del radicalismo y de Alfonsin, el gesto de la diputada puso las cosas en su lugar: este no es el triunfo de un partido, sino un avance político de la sociedad como un todo, que a pesar de las diferencias está avanzando hacia la construcción de una mejor democracia.

Resulta paradójico que mientras en el recinto (mayoritariamente peronista) se rendía homenaje al caudillo de la UCR, sus autoridades se encontraban fuera, renegando de los principios del hombre de cuya obra dicen ser herederos.


Macri el partizano:

El capítulo local de esta historia es asombroso. Maurizio Macri, el mismo que duda acerca de si el reemplazo del fino Palacio lo buscará entre los exonerados de la federal o entre los militares presos por delitos de lesa humanidad, luego de abrazarse con José María Aznar, exponente del ala más derechosa del derechoso PP español, les enviaba un mensaje a los senadores: “No convaliden este Gobierno Fascista”.
La derecha usa algunas palabras con demasiada liviandad. Justo ellos, que nombraron al Fino, que contruyeron una policía para reprimir la protesta social, que culpan de los problemas en salud y educación a los que vienen del conurbano, que atribuyen la inseguridad a los bolivianos y peruanos, que crearon la UCEP, que supieron decir que los cartoneros son ladrones, que todos los meses cierran un centro cultural y que silenciosamente hacen desalojos… Justo ellos hablan de fascismo. Hay palabras que no deben usarse tan ligeramente, hacerlo constituye una burla a la historia y a sus víctimas.

Macri: por favor no trates a la sociedad de estúpida. Te hace parecer un hipócrita… y un estúpido.

2 comentarios:

  1. Perdón, logia.
    Nestor asumió con el 22.5, un poco menos que Illia.

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  2. Y aún así, pese a la operación mediática que le hicieron y el golpe infame con el que lo rajaron, ¿quién puede negar hoy que Illia fue un gran presidente?

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